Es conocido en el mundo agroecológico que el agronegocio corporativo ha provocado una enorme pérdida de biodiversidad de semillas durante las últimas décadas debido a la imposición del paquete tecnológico que incluye semillas híbridas dependientes de fertilizantes y pesticidas; sumado a las semillas transgénicas resistentes a agrotóxicos cada vez más nocivos para los ecosistemas y nuestra salud. ¿Cuáles serían las consecuencias de la aprobación del TPP-11?
Sin embargo, también sabemos que todavía existe una enorme riqueza genética que habita junto a campesinas/os y agricultores a pequeña escala, huerteras y huerteros urbanos, guardadoras de semillas, etc. Esta riqueza es nuestro kit de supervivencia y política diaria de resistencia que todavía nos permite ejercer, y encaminarnos hacia, la soberanía alimentaria.
Frente a esto el agronegocio -al que se hace cada vez más difícil poner bajo la alfombra los devastadores daños ambientales de su modelo de muerte- intenta mostrar una cara amable y convencernos de que, mediante técnicas de edición genética, pueden "crear" variedades de semillas resistentes al cambio climático. Pero su interés va mucho más allá.
Bioperatería Corporativa mediante el UPOV91
La industria agro-biotecnológica se encuentra ávida de poder acceder a nuestros bancos de semillas, con el fin de piratear genes de especies animales y vegetales y de esta manera poder abrir nuevos mercados mundiales mediante "nuevas variedades" mejoradas con transgenia o compuestos de interés farmacéutico. Ese fue el caso de la planta suculenta Hoodia - con poder endulzante - que ha sido utilizada por siglos por pueblos originarios de África, y cuya patente actualmente pertenece a Pfizer.
¿Y cómo pueden lograrlo? El mecanismo legal que necesitan es que Chile ratifique el UPOV91 - más conocido como Ley Monsanto- que, según Brokening Abogados, "restringe el intercambio entre agricultores de semillas y material de reproducción". También mencionan que "la preocupación respecto de estas reglas ha crecido, pues varias empresas inescrupulosas han registrados semillas y variedades vegetales existentes hace siglos como propias; es lo que se denomina biopiratería.". Esto consiste en un robo -privatización- de lo que realmente ha surgido de la creatividad de la naturaleza de la mano de pueblos originarios y campesinos. No están creando nada, sólo están haciendo biopiratería.
Pero siempre han insistido en distorsionar la realidad diciendo que el tpp-11 nos beneficia y no privatizará la biodiversidad
"Queremos reafirmar que el TPP-11 no privatizará las semillas de nuestros pueblos originarios. En el marco del TPP-11 se busca que el país adhiera al UPOV91, un convenio internacional que busca proporcionar y fomentar un sistema eficaz para la protección de variedades vegetales, protegiendo las variedades tradicionales y otorgando derechos a variedades nuevas y distintas. El UPOV91 incluye expresamente una excepción para el pequeño agricultor y que Chile aplicará en la futura ley de obtentores. Ella permite que los pequeños agricultores utilicen y reutilicen semillas sin tener que pagar derechos adicionales"
Declaración hecha por Felipe Lopeandía, Director de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales. Video Disponible en canal de Youtube de SUBREI Chile (2019)
La alianza estatal, científica y empresarial para apropiarse de la biodiversidad genética
El pasado martes 27 de septiembre, el Ministerio de Agricultura y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias anunciaron el Plan Nacional de Resguardo de Semillas y Razas; enmarcado en una política encargada por Gabriel Boric, con el fin de hacer el máximo esfuerzo por la "Seguridad y Soberanía Alimentaria" del país.
Este plan tiene por objetivo formar a mil personas en la normativa de sistemas de conservación y protección de variedades vegetales y razas animales con el fin de fortalecer los bancos de germoplasma. Sin embargo, quien convoca - entre muchos otros- es el académico de la Universidad de Chile Ricardo Pertuzé, quien participa de proyectos de mejoramiento hortícola para la agroindustria y forma parte del directorio del Comité de Fitomejoradores de la Asociación Nacional de Productores de Semillas (ANPROS) y partidario de adherir al TPP-11 y UPOV91. El comité biotecnológico de esta asociación está compuesto por miembros de las empresas semilleras Pioneer, Bayer-Monsanto, Hytech, Tuniche y Massai.
Opiniones de algunas agrupaciones que trabajan con la biodiversidad de semillas
Esta alianza estatal, científica y empresarial no sorprende a quienes se han dedicado durante muchos años a guardar y reproducir semillas.
"El conocimiento no puede mantenerse enclaustrado en la academia y en centros de investigación, ni menos ser facilitado a organizaciones con intereses egoístas que buscan patentar variedades". "Sabemos que esto irá en beneficio absoluto de investigadores y obtentores, de sus empresas, no de las comunidades ni de la sociedad en general". Fundación Biodiversidad Alimentaria
"Estas instituciones se dedican al fitomejoramiento corporativo, que está demostrado empobrece la diversidad biocultural. Así se ha perdido la riqueza biológica y cultural de la humanidad en pocas décadas, en favor de la industria agroalimentaria, que ya sabemos homogeniza, contamina y erosiona a través de monocultivos, regando pesticidas y fertilizantes sintéticos que secan el suelo y acaban con la biodiversidad. El paquete tecnológico de la muerte". Cooperativa Semilla Austral
Si bien es cierto que el TPP-11 no privatiza de inmediato las semillas, sí obliga al país a adherir al UPOV91, el cual para ponerse en marcha necesitará de leyes de obtención para regular el patentamiento, es decir la biopiratería.
El plan de "resguardo" anunciado por el MINAGRI supuestamente se enfoca dentro de una política de "soberanía y seguridad alimentaria", pero estos conceptos son opuestos, lo que se refleja en esta política. Las instituciones académicas y biotecnológicas que convocan a este programa de formación buscan crear las condiciones para que aceptemos el TPP-11 como un tratado positivo, lo cual es absolutamente FALSO.
Las semillas deben estar en manos de las comunidades y circular de manera libre, eso es SOBERANÍA ALIMENTARIA, no seguridad alimentaria, que es la política agroalimentaria entregada a las leyes del mercado. Aunque ellos digan que las semillas tradicionales estarán protegidas eso es absurdo ya que les entregarán derechos a los obtentores quienes podrán minar genes, modificarlas y restringir el cultivo de las mismas para no contaminar los suyos, tal y como ocurre actualmente con los semilleros transgénicos que se encuentran en Chile. Aprobar el TPP-11 sería un crimen contra toda la diversidad biológica y la agricultura tradicional.
"La actividad agrobiotecnológica es una fuerza que ordena a plantas, animales y personas, para constituir un conjunto regulado y disciplinado de seres vivos operando en aras de un modelo que le impone el patrón de la fábrica a la naturaleza." Vandana Shiva
¡ NO AL TPP-11 !
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